La espalda y línea de hombros intervienen en gran medida con el porte, dado que soportan las prendas superiores que son las de mayor importancia a nivel integral.
Consejos para espalda y hombros anchos
Hay que evitar todo lo que tienda a ensancharlos más. Las hombreras quedan descartadas: pueden quitarse sin miedo, pero con cuidado de no dañar la ropa. La excepción son las hombreras muy pequeñas que se usan en sastrería para armar el porte de la prenda.
La sisa de las prendas con mangas debe calzar exactamente donde termina el hombro y comienza el brazo, por arriba de la unión. Las sisas cavadas son las que más ayudan a los hombros anchos.
Los suéteres finos deben calzar al cuerpo con cierta flojedad, ni sueltos ni ajustados. Nada debe agregar volumen ni apretar.
Los escotes strapless pueden funcionar con algunas prendas, pero también están ligados al tipo de busto. Los breteles finos cruzados o las espaldas escotadas con juegos de breteles también están indicados.
Consejos para espalda chica y hombros bajos
Las espaldas chicas pueden usar hombreras si no desproporcionan la silueta en general. La armonía siempre es un punto a cuidar, cualquiera sea el volumen que estemos agregando a la figura. Lo ideal es mirarse en un espejo de cuerpo entero para definir el tamaño de hombreras que mejor nos queda y tener esa medida como referencia.
Hay que tener en cuenta que las hombreras intervienen de dos formas: a lo alto, elevando los hombros y reduciendo la altura del cuello; hacia fuera, ensanchando la espalda. En el caso de espaldas chicas, las hombreras tienen que colaborar en definir el ancho de espaldas y no tanto el alto de hombros porque de ese modo quitan aire al cuello. Los escotes que mejor sientan a estas espaldas son en V grandes y amplios. Las diagonales producen el efecto de ampliar la espalda porque el ojo continúa estas líneas hacia fuera. También son aconsejables los escotes traseros en V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario